Publicado en pasionensevilla
La polémica de los crucifijos sigue después de que la consejera de Educación se mostrara dispuesta a retirar estos símbolos religiosos de los colegios andaluces si cualquier miembro de la comunidad educativa lo solicita.
Ayer era el propio cardenal arzobispo de Sevilla el que terciaba en el asunto instando a la consejería de Educación a no «frivolizar» con algo tan importante como son los símbolos propios del Cristianismo. De hecho Carlos Amigo Vallejo, que ayer presento en Sevilla la nueva página web de la Archidiócesis de Sevilla, pidió a la consejería de Educación «ayuda» para dotar de seriedad el asunto tras la polémica que se ha generado.
Amigo Vallejo insistió en que «no se puede jugar con los signos que son propios de nuestra cultura y que afectan a la mayor parte de las personas que viven en Andalucía».
«La actitud debe ser de seriedad y no se puede frivolizar de ninguna de las maneras con este asunto», recalcó el cardenal arzobispo. Además, en esta línea, el cardenal Arzobispo aseguró a que «decir que los signos de una religión, en este caso del Cristianismo, pueden molestar a los creyentes de otras religiones, simplemente es una gran ofensa a éstos últimos», pues «se piensa que son unos intolerantes y que no soportan el que los cristianos tengamos nuestros signos».
La consejera mostró su asombro por la postura de Educación e instó «a pensar antes en lo que significan» estos símbolos religiosos, ya que «estas medidas drásticas no ayudan absolutamente nada a la convivencia», al tiempo que apostó por «sentar en una mesa a las personas afectadas y escuchar a unos y otros, a los padres de familia y a los colegios». «Estamos frivolizando mucho algo muy importante y que puede causar serios distanciamientos incluso en algo tan importante como es la comunidad educativa», aseveró el cardenal, que indicó que esta comunidad «merece todos nuestros respetos». «Con medidas de erradicación como éstas no se favorece absolutamente a nada», sentenció.
Las declaraciones del arzobispo se producen un día después de que el presidente de los padres católicos firmara un comunicado en el que, en tono irónico, solicitaba a la Junta que, si no quiere crucifijos, suprima también romerías,procesiones y fiestas de Navidad.
Ayer era el propio cardenal arzobispo de Sevilla el que terciaba en el asunto instando a la consejería de Educación a no «frivolizar» con algo tan importante como son los símbolos propios del Cristianismo. De hecho Carlos Amigo Vallejo, que ayer presento en Sevilla la nueva página web de la Archidiócesis de Sevilla, pidió a la consejería de Educación «ayuda» para dotar de seriedad el asunto tras la polémica que se ha generado.
Amigo Vallejo insistió en que «no se puede jugar con los signos que son propios de nuestra cultura y que afectan a la mayor parte de las personas que viven en Andalucía».
«La actitud debe ser de seriedad y no se puede frivolizar de ninguna de las maneras con este asunto», recalcó el cardenal arzobispo. Además, en esta línea, el cardenal Arzobispo aseguró a que «decir que los signos de una religión, en este caso del Cristianismo, pueden molestar a los creyentes de otras religiones, simplemente es una gran ofensa a éstos últimos», pues «se piensa que son unos intolerantes y que no soportan el que los cristianos tengamos nuestros signos».
La consejera mostró su asombro por la postura de Educación e instó «a pensar antes en lo que significan» estos símbolos religiosos, ya que «estas medidas drásticas no ayudan absolutamente nada a la convivencia», al tiempo que apostó por «sentar en una mesa a las personas afectadas y escuchar a unos y otros, a los padres de familia y a los colegios». «Estamos frivolizando mucho algo muy importante y que puede causar serios distanciamientos incluso en algo tan importante como es la comunidad educativa», aseveró el cardenal, que indicó que esta comunidad «merece todos nuestros respetos». «Con medidas de erradicación como éstas no se favorece absolutamente a nada», sentenció.
Las declaraciones del arzobispo se producen un día después de que el presidente de los padres católicos firmara un comunicado en el que, en tono irónico, solicitaba a la Junta que, si no quiere crucifijos, suprima también romerías,procesiones y fiestas de Navidad.